28 kms. Esta etapa es una de las más largas de todo nuestro recorrido hasta Santiago, con 29 km, pero es completamente llana. Comenzamos en la ciudad de Viana do Castelo, en la desembocadura del río Lima (Limia), una de las ciudades más bellas y mejor conservadas de Portugal, donde podremos subir en funicular al monte de Santa Lucía y visitar el templo al Sagrado Corazón de Jesús, desde donde se obtienen espectaculares panorámicas de Viana. Asimismo, merece la pena dedicar unas horas a su centro histórico. Continuaremos por la senda litoral,
siempre pegados a la costa, atresando numerosas playas por pasarelas
de madera sobre dunas, caminos de piedra, pistas de tierra o paseos
marítimos. Asimismo, a lo largo de esta ruta, nos encontraremos
varias fortificaciones militares, como el Fuerte de Santiago de Barra,
el de Paço, el de Cao, el de Lagarteira o el de Ínsua.
Todos ellos formaban una línea defensiva contra los españoles
a lo largo del río Miño y de la Costa Atlántica,
apoyando a ciudades fortificadas como Valença, Caminha o Viana
do Castelo. El recorrido también es rico en arte rupestre y otros
elementos etnográficos como los molinos de viento de Montedor.
Después de pasar
por Areosa, Carreço, Afife, Vila Praia de Âncora y
Moledo, llegaremos al final de nuestra etapa, Caminha, en el estuario
del río Miño, última ciudad portuguesa que
nos encontraremos en nuestra peregrinación y frontera con
España. Una vez allí, para continuar nuestro Camino,
ya en la siguiente etapa, cogeremos el ferry que atraviesa el Miño
y nos deja en la localidad de Camposancos.
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